GREY OPINA #018 | Cassandra Clare: Cazadores de sombras, Los orígenes

LECTURA: Noviembre 2015

Londres, 1878. Una sociedad de guerreros nefilim que forcejea con los recién estrenados Acuerdos con el Submundo. Esta generación ortodoxa se resiste a los cambios, pero aun hay mucho que no conocen, y lo único que se ve adelante son batallas en campos más grandes de los que han podido manejar.

En medio de una lista de libros pendientes ridículamente larga, por fin logré llegar al puesto de esta trilogía en la cola. Titularon esta serie como "Los orígenes" y pensé que eso era lo que me iba a encontrar: los orígenes de los cazadores de sombras, pero en verdad el término no fue apropiado puesto que simplemente se trata de la historia de una generación previa de nefilims, no del inicio de todo como tal. A pesar de que me parece que estos libros no tienen tanta acción como "Los instrumentos mortales", no podía quitar la vista de las páginas.

Me encantó conocer a este nuevo/viejo trío de protagonistas, y aunque detesto el argumento de triángulo amoroso, este funcionó para mí. También es imposible no ver las similitudes entre Jace y Will, lo que me hizo algo de ruido, pero al final está justificado. Supongo que la norma dictaba que me uniera al club de fans de Will, pero me costó llegar allí. Aunque me gustaba el personaje, a veces me molesta este tipo de héroe. Por supuesto que en ese momento no sabía las razones detrás de las actitudes de Will, pero creo que prefiero el heroísmo de Jem que es misterioso pero tampoco podrido en secretos por los que tiene que alejar a todo el mundo, sino que prefiere decir "tengo este defecto, lucho contra él todo el tiempo, pero no voy a dejar que eso me impida vivir". Tessa me pareció un personaje sólido y con una historia oculta que tanto ella como el lector quieren y deben descubrir. Y la mejor parte fue la mezcla del mundo de las sombras con la novedad que ocupaba el ingenio para esa época: las máquinas.

La segunda entrega, más que la lucha contra un villano, es sobre probar alianzas y quitar caretas. La evolución del trío protagonista es tensa y en realidad bastante adulta, pero al menos en esta serie, a diferencia de la principal, no es algo discorde con los tiempos históricos puesto que eran temas de lo más comunes aun cuando todavía no se tenía la mayoría de edad. Algo que también me gustó de esta serie, y que noté más en el segundo libro, es el homenaje a la lectura y el amor a los libros. Las frases que Will le dedica a los libros casi al final me enamoraron. Y hablando de enamorar: finalmente me rendí y caí por Will. Durante la lectura del primer libro tenía preferencia por Jem, pero al destaparse ciertos secretos, pues, mi muy escondida y sensiblera empatía salió llevándose todo por delante. El libro cierra dejando misterios para explotar en la última entrega.

Luego de una bomba para el mundo nefilim, el comienzo del tercer libro se hace lento pero no por la escritura, sino por la propia tensión de los personajes. No me refiero a un defecto de redacción sino que la sutil agonía que sienten los personajes ante las incertidumbres que se asoman, son claramente percibidas por el lector. La serie ha exaltado la literatura, pero en este libro suma tributo a la música y ante mis ojos eso le sube puntos.

Mi tendencia en la situación Will-Tessa-Jem era favorecer a Will, pero cada vez se me hacía más difícil no enamorarme de Jem. Intenté buscarle un fallo para inclinar la balanza de nuevo hacia Will, pero Jem también se las traía a su manera. Fue una lucha de titanes románticos, y si fuera de las que subrayan libros, serían muchas las páginas marcadas; muchas citas demasiado coleccionables. Por otra parte, Tessa intentó ser su propia heroína pero por tontos errores había que esperar que alguien más viniera a rescatarla. Eso me molestó un poco, ver potencial sin utilizar efectivamente por recurrir a la figura de damisela en peligro. Se lo perdono a Tessa porque al final se puso sus bragas de niña grande y se las jugó todas. Y por último, el villano terminó siendo de la especie más peligrosa: los que creen que tienen una causa noble. De hecho el libro lo resume perfectamente: todos los hombres pensaban de sí mismos que eran buenos en el fondo; nadie querría ser un villano.

Hacia el final, mis sentimientos eran agridulces. Sé que no es una opinión popular entre los fans de la saga, pero es que de alguna forma sentí que se cometió una injusticia con Will. Para intentar explicarme sin contar el final: siento que Will se entregó por completo y a cambio sólo recibió mitades. Quizás fuera injusto para los demás personajes involucrados que yo viera las cosas de esa manera, pero no pude evitar sentir, y aun más después de ese emotivo epílogo, que Will se merecía algo más especial, algo sólo para él.

Esta trilogía trajo un interesante cambio de ambiente, de era, y por lo tanto, cambio de costumbres, mentalidades y respuestas al mismo mundo que comparten con generaciones posteriores. Con héroes atípicos y un final que me tomó días superar, para mí este es el trabajo con más sustancia de esta autora.

[ 8 ] Demasiado bueno; una gran experiencia lectora.

[ 8 ] Demasiado bueno; una gran experiencia lectora.

[ 8 ] Demasiado bueno; una gran experiencia lectora.

Nuestro corazón necesita un espejo, Tessa. Nos vemos mejor en los ojos de aquellos que nos aman. Y existe una belleza que sólo proporciona la brevedad. Te amo más desesperadamente en este momento, de lo que te he amado antes, y en una hora te amaré aún más. La vida es un libro, y hay mil páginas que aún no he leído. Las querría leer contigo, tantas como pueda, antes de morir. —Cassandra Clare, Princesa Mecánica

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